Cuando salió la primera parte de este estudio, todavía no se habían celebrado las elecciones al Parlamento Andaluz. Hoy ya conocemos los resultados de las mismas y han sido debatidos exhaustivamente. De todos modos, el análisis de los logotipos de los partidos que contienden, sea a nivel autonómico o nacional, está al margen de los procesos electorales, ya que son señas de identidad que permanecen más allá de las lides en las que participan estas formaciones. En algunos casos, se rediseñan para ajustarse a nuevos criterios.
En la primera parte comenté los que correspondían al PSOE y al Partido Popular; en esta segunda ocasión abordaré los pertenecientes al Partido Andalucista, Izquierda Unida, UPyD, Ciudadanos y Podemos. De las cinco formaciones citadas la más antigua de ellas es precisamente la radicada en nuestra tierra, por lo que me ha parecido pertinente incluirla en el estudio de los logotipos.
Recordemos que el Partido Socialista de Andalucista (PSA), germen del PA, nació inicialmente como Alianza Socialista de Andalucía, allá por el año 1976. Su actual nombre como Partido Andalucista se adopta en 1984, declarándose ser una organización nacionalista, federalista y progresista.
El logotipo base adoptado por el Partido Socialista de Andalucía es el de una mano abierta, dentro de un círculo que, partiendo de la base de la mano, gira en el sentido de las agujas del reloj para volver al inicio sin cerrarse.
Hay, también, cierta referencia a la imagen de un árbol. Esta alusión la obtuve en las interpretaciones que realizaban los alumnos cuando les proponía que interpretaran distintos logotipos, entre ellos el del Partido Andalucista.
Puesto que el actual Partido Andalucista tuvo una etapa en la que incluía la denominación de ‘socialista’, adoptó el color rojo para el logotipo, dado que, como hemos visto, este cromatismo se asocia con la izquierda de manera general. El rojo en el logotipo lo mantendría durante años aún con la actual denominación.
Dado que la tendencia mayoritaria en la actualidad es que a los partidos se les identifique con un color, las últimas versiones del logotipo del PA se decantan exclusivamente por un tono verde intenso. Con ello se evoca el color de la bandera andaluza, que está configurada por el verde y el blanco, al tiempo que se alude al campo andaluz, ya que el olivo es el árbol más representativo de nuestra tierra.
Pare entender el origen de Izquierda Unidad hay que recordar que el PSOE se comprometió en la campaña que le aupó en el Gobierno de 1982 a que promovería un referéndum sobre la permanencia o no de España en la OTAN. Esta consulta no vinculante (dado que los referendos en nuestro país solo tienen carácter consultivo), llevada a cabo el 12 de marzo de 1986, resultó favorable a la permanencia en esa alianza militar que, en la actualidad, está formada por 28 estados y cuyo gasto representa el 70 por ciento del gasto militar mundial.
A pesar de ese voto afirmativo, más de siete millones de ciudadanos se pronunciaron en contra de la permanencia. La frustración que generó este resultado fue el origen de que muchas de las organizaciones políticas que se habían pronunciado por el ‘no’, en ese mismo año, se agruparan en una coalición que protagonizaba el Partido Comunista de España (PCE) como fuerza predominante.
El primer logotipo que se diseña para Izquierda Unida es de las letras iniciales, en minúsculas, diferenciando a la ‘i’, presentada de forma vertical, de la ‘u’ que se muestra en cursiva. Los colores adoptados son el rojo, en el punto de la ‘i’, y el verde para la ‘u’. Con ello se hace referencia al simbolismo de la izquierda que representa el rojo y el ecologismo al que hace alusión el verde. Queda el cromatismo gris para la propia ‘i’, que se adopta por su neutralidad.
Años después se le añade, detrás de las iniciales, un sol sonriente de color amarillo, con lo que adquiere mayor fuerza cromática. Sin embargo, la incorporación de este símbolo dio lugar a que fuera denunciado por Los Verdes de España, ya que es el mismo que había registrado el partido de Los Verdes alemanes (Die Grünen) en su logotipo.
Esta querella no prosperó, puesto que quienes se encargaron de juzgar la denuncia entendieron que no se copiaba el conjunto del partido Verde de Alemania. Así pues, IU mantiene el logotipo con el sol, con lo que son cuatro colores los que aparecen en el mismo.
Esto como, veremos, presenta cierto inconveniente pues los estudios en psicología de la percepción nos dicen que es más potente el recuerdo de un solo color: rojo (PSOE), azul (PP), PA (verde), UPyD (magenta), Ciudadanos (naranja) y Podemos (morado).
El más singular de los logotipos de las seis organizaciones políticas que comento en el de Unión Progreso y Democracia (UPyD), especialmente por el color elegido para el mismo: el magenta. Recordemos que UPyD tiene su origen en la reunión que, en San Sebastián, mantuvo en mayo de 2007 un grupo de gente, mayoritariamente del país vasco, con el objetivo de crear un nuevo partido político a nivel estatal y que hiciera frente a la hegemonía mostrada por el PSOE y el PP a lo largo de los años, de modo que se diferenciara de ambos partidos en sus objetivos políticos. La cabeza más visible de esta organización es su portavoz, Rosa Díez, antigua miembro del Partido Socialista.
Lo más curioso de esta nueva formación es el color que eligió como fondo de las iniciales del partido que aparecían en minúscula y de color blanco. Así, sobre un pequeño rectángulo con tres vértices redondeados aparece el color magenta, que acaba siendo su signo de distinción, tanto que en ocasiones se le llama el “partido magenta”.
Las connotaciones de este cromatismo están muy próximas al color rosa, de modo que se asocia con lo femenino y el mundo de la mujer, ya que en nuestra cultura occidental a las niñas desde pequeñas se les viste de color rosa, para diferenciarlas de los niños que se les compra ropa de tono azul.
Aunque Ciudadanos como formación política se registró anteriormente que UPyD, lo cierto es que su salida a la palestra comienza con la denominación catalana de Ciutadans, por lo que me ha parecido más razonable que lo comentara tras el “partido magenta”, puesto que su ampliación electoral a todo el territorio nacional se produce con las elecciones al Parlamento Europeo en 2014 donde consigue dos representantes.
Su rostro más visible es su presidente Albert Rivera que ha posibilitado que la marca Ciudadanos se extienda por todo el territorio. Con respecto a su logotipo, tengo que apuntar que sigue la línea más reciente de basarse en un color, que en este caso es el naranja. Las connotaciones de esta tonalidad hay que buscarlas en las que generan la fruta que lleva el mismo nombre, en el sol y en el oro. Este color es, pues, signo de vitalidad, juventud, energía y riqueza.
El partido más reciente de todos los estudiados es el que lleva la denominación de Podemos, cuyo origen se remonta a las movilizaciones que se produjeron el 15 de mayo de 2011 con las acampadas en la Puerta del Sol de Madrid. El gran impacto de este movimiento, que acabó llamándose 15M, no se cerró con esas movilizaciones, sino que tuvieron la traducción política con la creación, en enero de 2014, de un partido político cuyo secretario es Pablo Iglesias (Turrión), cuyo nombre y primer apellido coinciden con los del fundador del PSOE.
El logotipo de Podemos es el de tres círculos blancos, casi concéntricos, que parecen conformar un anillo. Con ello se alude a “los círculos” como agrupaciones de las que parten las iniciativas de base.
Lo más llamativo es el color morado que se adopta como símbolo visual. Este cromatismo resulta difícil encontrarlo en la naturaleza, si exceptuamos en el caso de algunas flores. Culturalmente, posee connotaciones místicas, debido al ropaje que se utiliza en ceremonias religiosas. También se asocia con la intimidad, la dignidad, la aristocracia y el poder. De igual modo, y en tonalidad algo más clara, se asemejaría al violeta, color utilizado por el movimiento feminista en sus reivindicaciones.
En la primera parte comenté los que correspondían al PSOE y al Partido Popular; en esta segunda ocasión abordaré los pertenecientes al Partido Andalucista, Izquierda Unida, UPyD, Ciudadanos y Podemos. De las cinco formaciones citadas la más antigua de ellas es precisamente la radicada en nuestra tierra, por lo que me ha parecido pertinente incluirla en el estudio de los logotipos.
Recordemos que el Partido Socialista de Andalucista (PSA), germen del PA, nació inicialmente como Alianza Socialista de Andalucía, allá por el año 1976. Su actual nombre como Partido Andalucista se adopta en 1984, declarándose ser una organización nacionalista, federalista y progresista.
El logotipo base adoptado por el Partido Socialista de Andalucía es el de una mano abierta, dentro de un círculo que, partiendo de la base de la mano, gira en el sentido de las agujas del reloj para volver al inicio sin cerrarse.
Hay, también, cierta referencia a la imagen de un árbol. Esta alusión la obtuve en las interpretaciones que realizaban los alumnos cuando les proponía que interpretaran distintos logotipos, entre ellos el del Partido Andalucista.
Puesto que el actual Partido Andalucista tuvo una etapa en la que incluía la denominación de ‘socialista’, adoptó el color rojo para el logotipo, dado que, como hemos visto, este cromatismo se asocia con la izquierda de manera general. El rojo en el logotipo lo mantendría durante años aún con la actual denominación.
Dado que la tendencia mayoritaria en la actualidad es que a los partidos se les identifique con un color, las últimas versiones del logotipo del PA se decantan exclusivamente por un tono verde intenso. Con ello se evoca el color de la bandera andaluza, que está configurada por el verde y el blanco, al tiempo que se alude al campo andaluz, ya que el olivo es el árbol más representativo de nuestra tierra.
Pare entender el origen de Izquierda Unidad hay que recordar que el PSOE se comprometió en la campaña que le aupó en el Gobierno de 1982 a que promovería un referéndum sobre la permanencia o no de España en la OTAN. Esta consulta no vinculante (dado que los referendos en nuestro país solo tienen carácter consultivo), llevada a cabo el 12 de marzo de 1986, resultó favorable a la permanencia en esa alianza militar que, en la actualidad, está formada por 28 estados y cuyo gasto representa el 70 por ciento del gasto militar mundial.
A pesar de ese voto afirmativo, más de siete millones de ciudadanos se pronunciaron en contra de la permanencia. La frustración que generó este resultado fue el origen de que muchas de las organizaciones políticas que se habían pronunciado por el ‘no’, en ese mismo año, se agruparan en una coalición que protagonizaba el Partido Comunista de España (PCE) como fuerza predominante.
El primer logotipo que se diseña para Izquierda Unida es de las letras iniciales, en minúsculas, diferenciando a la ‘i’, presentada de forma vertical, de la ‘u’ que se muestra en cursiva. Los colores adoptados son el rojo, en el punto de la ‘i’, y el verde para la ‘u’. Con ello se hace referencia al simbolismo de la izquierda que representa el rojo y el ecologismo al que hace alusión el verde. Queda el cromatismo gris para la propia ‘i’, que se adopta por su neutralidad.
Años después se le añade, detrás de las iniciales, un sol sonriente de color amarillo, con lo que adquiere mayor fuerza cromática. Sin embargo, la incorporación de este símbolo dio lugar a que fuera denunciado por Los Verdes de España, ya que es el mismo que había registrado el partido de Los Verdes alemanes (Die Grünen) en su logotipo.
Esta querella no prosperó, puesto que quienes se encargaron de juzgar la denuncia entendieron que no se copiaba el conjunto del partido Verde de Alemania. Así pues, IU mantiene el logotipo con el sol, con lo que son cuatro colores los que aparecen en el mismo.
Esto como, veremos, presenta cierto inconveniente pues los estudios en psicología de la percepción nos dicen que es más potente el recuerdo de un solo color: rojo (PSOE), azul (PP), PA (verde), UPyD (magenta), Ciudadanos (naranja) y Podemos (morado).
El más singular de los logotipos de las seis organizaciones políticas que comento en el de Unión Progreso y Democracia (UPyD), especialmente por el color elegido para el mismo: el magenta. Recordemos que UPyD tiene su origen en la reunión que, en San Sebastián, mantuvo en mayo de 2007 un grupo de gente, mayoritariamente del país vasco, con el objetivo de crear un nuevo partido político a nivel estatal y que hiciera frente a la hegemonía mostrada por el PSOE y el PP a lo largo de los años, de modo que se diferenciara de ambos partidos en sus objetivos políticos. La cabeza más visible de esta organización es su portavoz, Rosa Díez, antigua miembro del Partido Socialista.
Lo más curioso de esta nueva formación es el color que eligió como fondo de las iniciales del partido que aparecían en minúscula y de color blanco. Así, sobre un pequeño rectángulo con tres vértices redondeados aparece el color magenta, que acaba siendo su signo de distinción, tanto que en ocasiones se le llama el “partido magenta”.
Las connotaciones de este cromatismo están muy próximas al color rosa, de modo que se asocia con lo femenino y el mundo de la mujer, ya que en nuestra cultura occidental a las niñas desde pequeñas se les viste de color rosa, para diferenciarlas de los niños que se les compra ropa de tono azul.
Aunque Ciudadanos como formación política se registró anteriormente que UPyD, lo cierto es que su salida a la palestra comienza con la denominación catalana de Ciutadans, por lo que me ha parecido más razonable que lo comentara tras el “partido magenta”, puesto que su ampliación electoral a todo el territorio nacional se produce con las elecciones al Parlamento Europeo en 2014 donde consigue dos representantes.
Su rostro más visible es su presidente Albert Rivera que ha posibilitado que la marca Ciudadanos se extienda por todo el territorio. Con respecto a su logotipo, tengo que apuntar que sigue la línea más reciente de basarse en un color, que en este caso es el naranja. Las connotaciones de esta tonalidad hay que buscarlas en las que generan la fruta que lleva el mismo nombre, en el sol y en el oro. Este color es, pues, signo de vitalidad, juventud, energía y riqueza.
El partido más reciente de todos los estudiados es el que lleva la denominación de Podemos, cuyo origen se remonta a las movilizaciones que se produjeron el 15 de mayo de 2011 con las acampadas en la Puerta del Sol de Madrid. El gran impacto de este movimiento, que acabó llamándose 15M, no se cerró con esas movilizaciones, sino que tuvieron la traducción política con la creación, en enero de 2014, de un partido político cuyo secretario es Pablo Iglesias (Turrión), cuyo nombre y primer apellido coinciden con los del fundador del PSOE.
El logotipo de Podemos es el de tres círculos blancos, casi concéntricos, que parecen conformar un anillo. Con ello se alude a “los círculos” como agrupaciones de las que parten las iniciativas de base.
Lo más llamativo es el color morado que se adopta como símbolo visual. Este cromatismo resulta difícil encontrarlo en la naturaleza, si exceptuamos en el caso de algunas flores. Culturalmente, posee connotaciones místicas, debido al ropaje que se utiliza en ceremonias religiosas. También se asocia con la intimidad, la dignidad, la aristocracia y el poder. De igual modo, y en tonalidad algo más clara, se asemejaría al violeta, color utilizado por el movimiento feminista en sus reivindicaciones.
AURELIANO SÁINZ
