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Juan Navarro | Concentración

Algunos hombres son capaces de llevar a cabo en una hora el trabajo para el que otros, por falta de concentración, necesitan cuatro. Algunos resuelven un problema y lo superan en algunos minutos; otros, sin embargo, tropiezan durante días y días. Algunos exponen con claridad un tema, lo escriben pormenorizadamente y lo explican en pocos minutos; otros apenas consiguen salir airosos.



Todo ello se debe, entre otras razones, a que hay quien sabe concentrarse y entregarse de lleno a la tarea, y quienes son unos distraídos crónicos, incapaces de ordenar y de dirigir sus potencias indisciplinadas. El hombre solo es eficaz cuando se sabe concentrar.

La lupa es capaz de causar un incendio porque sabe recoger la luz y el calor del sol, y los hace converger en un solo punto. Si sabes aunar tus fuerzas y emplearlas a fondo en el momento preciso, no necesitarás mucho para conseguir tu propósito: te bastará concentración para conseguirlo.

Aquel que tiene fe, encuentra el éxito en el sitio donde muchos fracasan. Sé paciente con todo el mundo pero, sobre todo, contigo mismo. En esta vida todo da vueltas: no hagas lo que no quieras que te hagan a ti y recuerda que más vale sonrisa triste que la tristeza de no verte sonreír.

Eres una persona y el ser humano es el único animal que puede hablar para calmar al airado y animar al abatido; estimular al cobarde y decirle "te amo". Te puedes mover, no eres un árbol amarrado a una pequeña porción de tierra. Puedes pasear correr, bailar y hacer deporte. Tienes en tu cuerpo 500 músculos, 200 huesos y 7.000 nervios sincronizados para obedecerte y llevarte donde tú quieras.

El árbol vive absorbiendo elementos minerales, los asimila siguiendo un plan natural y los eleva a un estado superior: la vida vegetativa. El animal vive utilizando elementos minerales, integrando la vida vegetativa, coordinando las energías inferiores según el plan ordenador y las eleva a un nivel superior: la vida animal. El hombre vive utilizando las propiedades de la vida vegetativa animal, pero las subordina y las trasforma, a través de la razón y la libertad, en vida humana.

Si quieres ser hombre has de dominar y ordenar tus instintos y sensaciones para ayudar a tu espíritu. Escoge entre humanizarte con la primacía del espíritu y la conciencia o animalizarte con las primicias del instinto.

JUAN NAVARRO COMINO