La Plaza de Andalucía acogió anoche el momento culmen del Jueves Santo pocunense. Las ‘Siete palabras’ pronunciadas por Jesús antes de morir resonaron ante su madre, Nuestra Señora Virgen de los Dolores. Antes, a las 21.00 horas, el Cristo de la Expiración cruzaba las puertas de la Iglesia de San Benito para ir al encuentro de la Virgen de los Dolores y comenzar su estación de penitencia, acompañado por la Agrupación Musical Virgen de la Soledad de la localidad cordobesa de Doña Mencía.
El barrio de San Benito sirvió de escenario, como cada Jueves Santo, para la complicada salida de la imagen titular de la Cofradía del Cristo de la Expiración escoltada por soldados romanos. Una impresionante talla que representa al Hijo de Dios momentos antes de morir crucificado. Una noche primaveral acompañó el desfile procesional, en el que participó la Agrupación Musical Virgen de la Soledad de Doña Mencía.
El Cristo, cargado a la manera malagueña, fue acompañado por alrededor de un centenar de nazarenos con túnica blanca, capa y caperuz rojo, y con un cinturón rojo. Sobre las 22.00 horas de la noche, el desfile procesional hacía su entrada en la Plaza de Andalucía donde, la Hermandad de Virgen de los Dolores esperaba a su encuentro.
Las ‘Siete palabras’, las últimas frases que Jesús pronunció durante su crucifixión fueron enunciadas con sentimiento ante los fieles que abarrotaban la plaza. “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen."; "yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso."; "mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre."; "¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?"; "tengo sed."; "todo está cumplido” y "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu."
Ambas imágenes continuaron su estación de penitencia. La Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, acompañada de mujeres vestidas de mantilla negra y nazarenos con túnica en sarga beig y caperuz en terciopelo azul oscuro. Los sones musicales al paso de palio de la imagen titular los puso la Banda Municipal ‘Ciudad de Porcuna’.
Alrededor de las 00.00 horas, las dos imágenes se despidieron en la entrada del Paseo de Jesús. La Virgen de los Dolores volvió a su templo hasta la Semana Santa 2016, mientras que el Cristo de la Expiración continuó su camino hasta el tradicional barrio de San Benito donde, sobre la 1.00 de la madrugada, finalizó su estación de penitencia.
El barrio de San Benito sirvió de escenario, como cada Jueves Santo, para la complicada salida de la imagen titular de la Cofradía del Cristo de la Expiración escoltada por soldados romanos. Una impresionante talla que representa al Hijo de Dios momentos antes de morir crucificado. Una noche primaveral acompañó el desfile procesional, en el que participó la Agrupación Musical Virgen de la Soledad de Doña Mencía.
El Cristo, cargado a la manera malagueña, fue acompañado por alrededor de un centenar de nazarenos con túnica blanca, capa y caperuz rojo, y con un cinturón rojo. Sobre las 22.00 horas de la noche, el desfile procesional hacía su entrada en la Plaza de Andalucía donde, la Hermandad de Virgen de los Dolores esperaba a su encuentro.
Las ‘Siete palabras’, las últimas frases que Jesús pronunció durante su crucifixión fueron enunciadas con sentimiento ante los fieles que abarrotaban la plaza. “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen."; "yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso."; "mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre."; "¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?"; "tengo sed."; "todo está cumplido” y "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu."
Ambas imágenes continuaron su estación de penitencia. La Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, acompañada de mujeres vestidas de mantilla negra y nazarenos con túnica en sarga beig y caperuz en terciopelo azul oscuro. Los sones musicales al paso de palio de la imagen titular los puso la Banda Municipal ‘Ciudad de Porcuna’.
Alrededor de las 00.00 horas, las dos imágenes se despidieron en la entrada del Paseo de Jesús. La Virgen de los Dolores volvió a su templo hasta la Semana Santa 2016, mientras que el Cristo de la Expiración continuó su camino hasta el tradicional barrio de San Benito donde, sobre la 1.00 de la madrugada, finalizó su estación de penitencia.
M. J. MOLINA / REDACCIÓN
