La patrona de Porcuna realiza el tercer traslado dentro de la serie de traslados que se están celebrando con motivo de la Coronación Canónica-Pontificia. Esta vez fue el turno de visitar Arjona, donde la esperaba todo el pueblo con gran expectación y alegría. Para ello, los vecinos de Escañuela se despidieron de la Virgen de Alharilla tras portarla hasta la salida del pueblo, donde se la cedieron a los anderos de Porcuna, en un acto muy emotivo y muy solemne.
Todo el pueblo de Escañuela se congregó, como no podía ser de otra manera, para despedir a la Virgen de Alharilla. Marcaba el reloj las seis de la madrugada, cuando un repique de campanas daba la salida a lo que iban a ser los últimos momentos de la Virgen en Escañuela, tras una semana de estancia en dicha localidad.
Los vecinos de Escañuela prepararon un gran desayuno para todos los asistentes a la salida de la Virgen, en el cual se repartieron todo tipo de viandas. Los anderos de Escañuela portaron a la patrona de Porcuna en una solemne procesión hasta la salida del pueblo, donde se procedió a uno de los momentos más emotivos de la mañana, la cesión de nuevo de la Virgen a los anderos de Porcuna. La gente de Escuñuela despedía de este modo a la Virgen de Alharilla, y concluían así una semana histórica que jamás olvidarán.
Los anderos de Porcuna cogieron a su patrona, para portarla hasta llevarla a la carreta con tres mulas, que la llevaría hasta la entrada de Arjona. Comenzó así la peregrinación hasta el pueblo de Arjona, en el que por tercera vez, la gente respondió en multitud.
Nueve kilómetros separaban ambas localidades, por lo que la prisa que hubo en el traslado anterior, esta vez se convirtió en un paso muy vivo, que acompasaban entre ‘vivas’ y canciones a la Virgen de Alharilla. Conforme pasaban los minutos el sol iba haciendo mella en los peregrinos, ya que el calor ha sido la nota predominante de la jornada, aunque la fe y la devoción por la Virgen de Alharilla hacía que esto quedara en un segundo lugar.
Eran las nueve de la mañana cuando la carreta que trasladaba a la Virgen de Alharilla llegaba a la entrada de Arjona. Miles de arjoneros se congregaban en la rotonda que da entrada a la localidad, y donde el nerviosismo y la expectación aumentaban a medida que se acercaba el momento en el que Porcuna, le entregaría su patrona a los arjoneros.
Se procedió de nuevo al momento en el que los anderos de Porcuna cedían su lugar en los varales a los arjoneros. Entre nervios e ilusión el pueblo de Arjona veía así cumplido su sueño, el de portar a la Virgen de Alharilla por sus calles.
Comenzó así una procesión en la que dos pueblos se hermanaron. La Virgen estaba en Arjona, y ellos eran quienes la portaban, pero los porcunenses siguieron al lado de su patrona, y en buena comunión con estos, realizaron la procesión que llevó a la Virgen hasta la iglesia que será su casa por estos días. Los vecinos de esta localidad decoraron sus calles con colgaduras, pancartas, macetas y globos para recibir a la Virgen de Alharilla como bien se merece.
Muchos fueron los momentos de emoción vividos durante la procesión, ya que en varias ocasiones le cantaron a la Virgen. En primer lugar fue el coro romero de la localidad, que cantó en varios lugares del recorrido de dicha procesión. Muy especial fue el instante en el que la tuna le dedicó sus canciones y sones de bandurria a la patrona de Porcuna.
También tuvieron su oportunidad los más jóvenes, cantando así una joven de Arjona en solitario con su guitarra, en esta ocasión los arjoneros se volcaron con su paisana y las palmas y "oles" sonaban por todos los resquicios de una calle abarrotada. Como especial fue cuando dos jóvenes de Porcuna le dedicaron una emotiva sevillana a su patrona, en la que los sentimientos se pusieron a flor de piel de todas las personas allí presentes.
La procesión fue así recorriendo poco a poco a las calles de Arjona hasta llegar a las puertas de la iglesia de San Martín, donde por segunda vez los vecinos de Arjona le echaron las banderas de sus santos patronos, San Bonoso y San Maximiano, en signo de protección y respeto a la patrona de Porcuna.
Sonaban las campanas como al principio de la mañana, y la Virgen de Alharilla hacía así entrada a las dos menos veinte de la tarde, en lo que será su casa durante toda esta semana. Para finalizar esta jornada histórica el pueblo de Arjona le hizo una ofrenda floral, para así por la tarde realizar una misa en honor a la Virgen de Alharilla.

Todo el pueblo de Escañuela se congregó, como no podía ser de otra manera, para despedir a la Virgen de Alharilla. Marcaba el reloj las seis de la madrugada, cuando un repique de campanas daba la salida a lo que iban a ser los últimos momentos de la Virgen en Escañuela, tras una semana de estancia en dicha localidad.
Los vecinos de Escañuela prepararon un gran desayuno para todos los asistentes a la salida de la Virgen, en el cual se repartieron todo tipo de viandas. Los anderos de Escañuela portaron a la patrona de Porcuna en una solemne procesión hasta la salida del pueblo, donde se procedió a uno de los momentos más emotivos de la mañana, la cesión de nuevo de la Virgen a los anderos de Porcuna. La gente de Escuñuela despedía de este modo a la Virgen de Alharilla, y concluían así una semana histórica que jamás olvidarán.
Los anderos de Porcuna cogieron a su patrona, para portarla hasta llevarla a la carreta con tres mulas, que la llevaría hasta la entrada de Arjona. Comenzó así la peregrinación hasta el pueblo de Arjona, en el que por tercera vez, la gente respondió en multitud.
Nueve kilómetros separaban ambas localidades, por lo que la prisa que hubo en el traslado anterior, esta vez se convirtió en un paso muy vivo, que acompasaban entre ‘vivas’ y canciones a la Virgen de Alharilla. Conforme pasaban los minutos el sol iba haciendo mella en los peregrinos, ya que el calor ha sido la nota predominante de la jornada, aunque la fe y la devoción por la Virgen de Alharilla hacía que esto quedara en un segundo lugar.
Eran las nueve de la mañana cuando la carreta que trasladaba a la Virgen de Alharilla llegaba a la entrada de Arjona. Miles de arjoneros se congregaban en la rotonda que da entrada a la localidad, y donde el nerviosismo y la expectación aumentaban a medida que se acercaba el momento en el que Porcuna, le entregaría su patrona a los arjoneros.
Se procedió de nuevo al momento en el que los anderos de Porcuna cedían su lugar en los varales a los arjoneros. Entre nervios e ilusión el pueblo de Arjona veía así cumplido su sueño, el de portar a la Virgen de Alharilla por sus calles.
Comenzó así una procesión en la que dos pueblos se hermanaron. La Virgen estaba en Arjona, y ellos eran quienes la portaban, pero los porcunenses siguieron al lado de su patrona, y en buena comunión con estos, realizaron la procesión que llevó a la Virgen hasta la iglesia que será su casa por estos días. Los vecinos de esta localidad decoraron sus calles con colgaduras, pancartas, macetas y globos para recibir a la Virgen de Alharilla como bien se merece.
Muchos fueron los momentos de emoción vividos durante la procesión, ya que en varias ocasiones le cantaron a la Virgen. En primer lugar fue el coro romero de la localidad, que cantó en varios lugares del recorrido de dicha procesión. Muy especial fue el instante en el que la tuna le dedicó sus canciones y sones de bandurria a la patrona de Porcuna.
También tuvieron su oportunidad los más jóvenes, cantando así una joven de Arjona en solitario con su guitarra, en esta ocasión los arjoneros se volcaron con su paisana y las palmas y "oles" sonaban por todos los resquicios de una calle abarrotada. Como especial fue cuando dos jóvenes de Porcuna le dedicaron una emotiva sevillana a su patrona, en la que los sentimientos se pusieron a flor de piel de todas las personas allí presentes.
La procesión fue así recorriendo poco a poco a las calles de Arjona hasta llegar a las puertas de la iglesia de San Martín, donde por segunda vez los vecinos de Arjona le echaron las banderas de sus santos patronos, San Bonoso y San Maximiano, en signo de protección y respeto a la patrona de Porcuna.
Sonaban las campanas como al principio de la mañana, y la Virgen de Alharilla hacía así entrada a las dos menos veinte de la tarde, en lo que será su casa durante toda esta semana. Para finalizar esta jornada histórica el pueblo de Arjona le hizo una ofrenda floral, para así por la tarde realizar una misa en honor a la Virgen de Alharilla.
FRANCISCO M. GARRIDO ROJAS / REDACCIÓN