Ir al contenido principal

Porcuna, una fuente inagotable de agua

Agua que discurre bajo nuestros pies y que a algunos colectivos no les importa contaminar por tal de sacar unos euros. El líquido elemento en el subsuelo de Porcuna es un bien muy preciado para el sector de la agricultura y para todos los porcunenses en general. Diferentes fuentes y pilares a lo largo de todo el término de la localidad dan fe de ello. “Pilar de la Galga”, “Huerta Comendador” o “Pilar de la Fuencaliente” son algunos de los lugares de donde el agua brota a la superficie terrestre. Pero esta gran cantidad de agua que lleva manando durante tantos siglos, ¿qué historia tiene? ¿De dónde surge? ¿Qué camino recorre hasta ver la luz?

® AD ENTERTAINMENTS ||| PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Porcuna es en sí misma un depósito de agua, una fuente inagotable por el carácter permeable de su terreno. Durante toda la historia ha sido así. Y continuará siéndolo. Desde las civilizaciones romanas o musulmanas que se asentaron en la zona, el agua del subsuelo porcunense ha sido muy apreciada. Cuenta de ello es que incluso eran construidas edificaciones defensivas en los lugares donde brotaba el agua al exterior. Es el caso de la ‘Huerta Comendador’, donde hace miles de años, habitantes de los asentamientos íberos construyeron una especie de torre vigía que utilizaban para vigilar el inagotable venero de agua.

Todas las canteras porcunenses escurren hacia el norte, cuya inclinación es alrededor de un diez por ciento hacia ese mismo punto cardinal. Por ello, es muy difícil que el flujo de las aguas subterráneas discurra hacia el sur. De ahí que la mayor parte de los pilares estén situados en la parte norte de la localidad. ‘Pilar de la Galga’, ‘Pilar de los Camineros’, ‘Huerta Comendador’, ‘Pilar de la Fuencaliente’, ‘Pilar del Tío Pavo’, ‘Pilar de la Fuente Chica’ o ‘Pilar de la Fuente Nueva’ son algunos situados en el norte de Porcuna.

La incesante cantidad de agua, y la gran calidad de ésta, hacen que a lo largo de la historia y hasta la actualidad, hayan existido numerosas huertas en Porcuna, la mayoría en las zonas donde el agua subterránea mana de manera ilimitada.

Pongamos algunos ejemplos del camino seguido por las aguas desde los manantiales a su salida al exterior por medio de los pilares y fuentes. El ex maestro de obras del Ayuntamiento de Porcuna, Manuel Ramírez Zumaquero, asegura que “el manantial de la ‘Huerta Comendador’ se sitúa bajo las piedras que hay frente al aljibe del pilar”. De este agua también se nutre el ‘Pilar Molino Clemente’, situado a unos cientos de metros de la ‘Huerta Comendador’, en el camino hacia el Molino Nuevo. Otro pilar que podemos poner como ejemplo es el ‘Pilar de los Camineros’, que se alimenta del manantial existente en la zona denominada como la ‘Huerta Redonda’, no muy lejos del pilar. Además, asegura Manuel Ramírez que “en el subsuelo del camino hacia la cueva de Macías el Enamorado viniendo del Pilar de los Camineros, hay un manantial que puede ser un escape del Pilar de la Fuencaliente”.

El carácter permeable del terreno de Porcuna no es algo nuevo, la composición de su suelo de rocas areniscas así lo demuestra. Cuenta el antiguo maestro de obras del Ayuntamiento porcunense que durante la toma de la localidad por parte del bando nacional en la Guerra Civil Española pudo ocurrir algo insólito. En su intento por no dejar víveres ni alimentos que pudieran consumir las tropas nacionales, los republicanos destruyeron varios depósitos de aceite donde actualmente se sitúa la Plaza de la Constitución. Al existir en aquel tiempo un suelo terrizo, ese aceite se filtró al subsuelo y, según dicen los más viejos del lugar, en el ‘Pilar de la Fuencaliente’ apareció el agua viscosa por el aceite derramado días antes en aquella zona.

Un tesoro

Porcuna ostenta muchos tesoros que ha ido consiguiendo a lo largo de su historia, y uno de los más preciados ha sido siempre ‘su’ agua. Agua que nunca ha escaseado desde épocas ancestrales y que ha surtido a grandes culturas regando sus cultivos o saciando la sed de sus gargantas. Por ello, tal bien debemos valorarlo y cuidarlo actualmente, en tiempos donde lo que prevalece es el dinero por encima de todo lo demás.

No debemos de olvidar que, en Porcuna y en todos los pueblos de tradición agrícola, el agua es dinero.


MANUEL J. MOLINA SALAS / REDACCIÓN
Si lo desea, puede compartir este contenido:
© 2020 Porcuna Digital · Quiénes somos · montilladigital@gmail.com

Designed by Open Themes & Nahuatl.mx.