El arqueólogo y director del ‘Proyecto Porcuna’, Oswaldo Arteaga Matute, será investido mañana como Miembro de Número en la Academia Andaluza de la Historia en un acto celebrado en la Casa de la Provincia de la Diputación Provincial de Sevilla. Arteaga pronunciará un discurso sobre Geoarqueología acompañado del geólogo Horst D. Schulz, del geógrafo Loïc Ménanteau y la arqueóloga Anna-Maria Roos como miembros correspondientes.
Oswaldo Arteaga es el director del denominado ‘Proyecto Arqueológico Porcuna’, un ambicioso proyecto basado en “la reconstrucción del Proceso Histórico en el término municipal de Porcuna”. Su dedicación al estudio sistemático de Porcuna ha evidenciado la enorme importancia patrimonial del municipio.
Este arqueólogo es uno de los grandes historiadores que hacia finales de los años 70 aplicaron la Metodología Científica de Excavación Arqueológica en Andalucía. Su llegada a Porcuna a partir del descubrimiento de las Esculturas de Cerrillo Blanco, colaborando con el equipo de Juan Agustín González Navarrete, permitió la datación de los Conjuntos Escultóricos, trascendental para la historia de la cultura ibera. Junto con Modesto Ruiz de Quero y las diversas alcaldías logró para Porcuna la concesión por el Ministerio del Museo Arqueológico Municipal de Obvlco, inaugurado en 1980.
En 1984 nació el denominado ‘Proyecto Porcuna’, precedido antes por el trabajo de los años 1978-83, colaborando en el esclarecimiento documental de la Necrópolis de inhumación de Cerrillo Blanco y además realizando una completa prospección de todo el término municipal de Porcuna. El ‘Proyecto Porcuna’ 1985-1992 contó con la autorización de la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el apoyo de las sucesivas alcaldías de la localidad. La sede oficial del Proyecto, por acuerdo unánime de la Corporación presidida entonces por Manuel Salas, se encuentra en Porcuna, con un edificio municipal propio.
Porcuna y Oswaldo Arteaga
Jubilado de su cátedra de Historia desde hace un año, Oswaldo podrá dedicar todo su tiempo al proyecto que ya en 1978 con Modesto Ruiz de Quero ideó para Porcuna: Un Museo donde las piezas de Porcuna brillen con luz propia, donde el ‘Proyecto Porcuna’ se “cosifique” y donde, a través de diversas publicaciones, quede definitivamente constatada la importancia a nivel internacional de Procesos Históricos y yacimientos ya míticos para la Historia de Andalucía: Peña de la Grieta, Cerrillo Blanco, yacimientos de Alcores y Albalate, yacimiento de la ciudad ibero-romana de Obvlco.
La enorme dimensión de un historiador
A lo largo de su dilatada carrera profesional, el doctor Arteaga ha venido promoviendo cuatro amplias vertientes de investigación, cuyos estudios abarcan desde los tiempos prehistóricos, pasando por los protohistóricos relativos a las sociedades fenicias y tartesias, ibéricas y púnicas, hasta la época romana.
Una primera línea de investigación, basada sobre todo en las excavaciones arqueológicas del ‘Proyecto Porcuna’ y del ‘Proyecto Fuente Álamo’ (Cuevas del Almanzora, provincia de Almería), tiene por objeto esclarecer en comparación con el mundo oriental el origen de una Primera Civilización Estatal en el ámbito atlántico-mediterráneo de la Península Ibérica, como propia de una Economía Política occidental, a partir de c. 3000 ANE en adelante.
Este planteamiento conlleva analizar desde el sudeste hasta el entorno de la Baja Andalucía el proceso formativo de las sociedades post-argáricas y pre-tartesias (Bronce Tardío) que siendo contemporáneas con el mundo micénico a su vez constituyeron durante el Bronce Final en Occidente el paradigma poblacional conocido por los fenicios fundadores de Gadir.
Una segunda línea de investigación, en estrecha relación con la ‘teoría del Estado’ referida a las formaciones económico-sociales antes mencionadas, ha sido la centrada en el cuestionamiento económico-político y cultural del Hierro Antiguo orientalizante. El objetivo de la misma queda cifrado en el entendimiento de la aparición de la Civilización Urbana fenicio-tartesia en la Baja Andalucía, para desde la noción del proceso histórico relativo al territorio de Tarsis-Tartesos-Turdetania comprender el desarrollo paralelo del mundo ibérico y de las poleis púnicas occidentales significadas en Gadir, Malaka, Sexi y Abdera.
La tercera línea de investigación, en correspondencia con el mundo occidental, ha sido enfocada al conocimiento de las sociedades y culturas ibéricas del sudeste, Levante, Bajo Aragón y Cataluña, intentando establecer una alternativa explicativa a las llamadas “invasiones indoeuropeas”. La visión contrastada desde Andalucía, entre la Civilización Urbana fenicio-tartesia y el origen del mundo ibérico, posibilita establecer un paradigma para nada dependiente de la versión difusionista de una ‘Cultura Hallstáttica’ como la planteada por el Historicismo Hispánico tradicional.
La cuarta línea de investigación, no menos interesante que las tres antes citadas, radica en la aplicación de la Geoarqueología como una ciencia interdisciplinar abocada en el estudio de las transformaciones paleoambientales y alteraciones ecológicas ocurridas en las costas atlánticas-mediterráneas de Andalucía durante todo el Holoceno. El propósito de estos trabajos geoarqueológicos estriba en evaluar el impacto antrópico que sobre la naturaleza han venido propiciando las sucesivas formaciones sociales que desde la Prehistoria hasta el presente habitaron en estos espacios litorales, coadyuvando a la plasmación de los paisajes que ahora se observan.
Oswaldo Arteaga es el director del denominado ‘Proyecto Arqueológico Porcuna’, un ambicioso proyecto basado en “la reconstrucción del Proceso Histórico en el término municipal de Porcuna”. Su dedicación al estudio sistemático de Porcuna ha evidenciado la enorme importancia patrimonial del municipio.
Este arqueólogo es uno de los grandes historiadores que hacia finales de los años 70 aplicaron la Metodología Científica de Excavación Arqueológica en Andalucía. Su llegada a Porcuna a partir del descubrimiento de las Esculturas de Cerrillo Blanco, colaborando con el equipo de Juan Agustín González Navarrete, permitió la datación de los Conjuntos Escultóricos, trascendental para la historia de la cultura ibera. Junto con Modesto Ruiz de Quero y las diversas alcaldías logró para Porcuna la concesión por el Ministerio del Museo Arqueológico Municipal de Obvlco, inaugurado en 1980.
En 1984 nació el denominado ‘Proyecto Porcuna’, precedido antes por el trabajo de los años 1978-83, colaborando en el esclarecimiento documental de la Necrópolis de inhumación de Cerrillo Blanco y además realizando una completa prospección de todo el término municipal de Porcuna. El ‘Proyecto Porcuna’ 1985-1992 contó con la autorización de la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el apoyo de las sucesivas alcaldías de la localidad. La sede oficial del Proyecto, por acuerdo unánime de la Corporación presidida entonces por Manuel Salas, se encuentra en Porcuna, con un edificio municipal propio.
Porcuna y Oswaldo Arteaga
Jubilado de su cátedra de Historia desde hace un año, Oswaldo podrá dedicar todo su tiempo al proyecto que ya en 1978 con Modesto Ruiz de Quero ideó para Porcuna: Un Museo donde las piezas de Porcuna brillen con luz propia, donde el ‘Proyecto Porcuna’ se “cosifique” y donde, a través de diversas publicaciones, quede definitivamente constatada la importancia a nivel internacional de Procesos Históricos y yacimientos ya míticos para la Historia de Andalucía: Peña de la Grieta, Cerrillo Blanco, yacimientos de Alcores y Albalate, yacimiento de la ciudad ibero-romana de Obvlco.
La enorme dimensión de un historiador
A lo largo de su dilatada carrera profesional, el doctor Arteaga ha venido promoviendo cuatro amplias vertientes de investigación, cuyos estudios abarcan desde los tiempos prehistóricos, pasando por los protohistóricos relativos a las sociedades fenicias y tartesias, ibéricas y púnicas, hasta la época romana.
Una primera línea de investigación, basada sobre todo en las excavaciones arqueológicas del ‘Proyecto Porcuna’ y del ‘Proyecto Fuente Álamo’ (Cuevas del Almanzora, provincia de Almería), tiene por objeto esclarecer en comparación con el mundo oriental el origen de una Primera Civilización Estatal en el ámbito atlántico-mediterráneo de la Península Ibérica, como propia de una Economía Política occidental, a partir de c. 3000 ANE en adelante.
Este planteamiento conlleva analizar desde el sudeste hasta el entorno de la Baja Andalucía el proceso formativo de las sociedades post-argáricas y pre-tartesias (Bronce Tardío) que siendo contemporáneas con el mundo micénico a su vez constituyeron durante el Bronce Final en Occidente el paradigma poblacional conocido por los fenicios fundadores de Gadir.
Una segunda línea de investigación, en estrecha relación con la ‘teoría del Estado’ referida a las formaciones económico-sociales antes mencionadas, ha sido la centrada en el cuestionamiento económico-político y cultural del Hierro Antiguo orientalizante. El objetivo de la misma queda cifrado en el entendimiento de la aparición de la Civilización Urbana fenicio-tartesia en la Baja Andalucía, para desde la noción del proceso histórico relativo al territorio de Tarsis-Tartesos-Turdetania comprender el desarrollo paralelo del mundo ibérico y de las poleis púnicas occidentales significadas en Gadir, Malaka, Sexi y Abdera.
La tercera línea de investigación, en correspondencia con el mundo occidental, ha sido enfocada al conocimiento de las sociedades y culturas ibéricas del sudeste, Levante, Bajo Aragón y Cataluña, intentando establecer una alternativa explicativa a las llamadas “invasiones indoeuropeas”. La visión contrastada desde Andalucía, entre la Civilización Urbana fenicio-tartesia y el origen del mundo ibérico, posibilita establecer un paradigma para nada dependiente de la versión difusionista de una ‘Cultura Hallstáttica’ como la planteada por el Historicismo Hispánico tradicional.
La cuarta línea de investigación, no menos interesante que las tres antes citadas, radica en la aplicación de la Geoarqueología como una ciencia interdisciplinar abocada en el estudio de las transformaciones paleoambientales y alteraciones ecológicas ocurridas en las costas atlánticas-mediterráneas de Andalucía durante todo el Holoceno. El propósito de estos trabajos geoarqueológicos estriba en evaluar el impacto antrópico que sobre la naturaleza han venido propiciando las sucesivas formaciones sociales que desde la Prehistoria hasta el presente habitaron en estos espacios litorales, coadyuvando a la plasmación de los paisajes que ahora se observan.
REDACCIÓN / PORCUNA DIGITAL
