El encuentro va a comenzar. Los focos a toda potencia iluminan uno de los partidos con más morbo de la historia reciente. El rojo y amarillo y, el amarillo y rojo inundan la grada. Los aficionados de ambos conjuntos, expectantes a la salida de los futbolistas al terreno de juego. Por primera vez, La selección de Cataluña se enfrenta al combinado español en un partido amistoso, tras su independencia del territorio castellano.
Comienza el encuentro entre los cánticos ensordecedores del graderío. Después de unos escasos minutos de tanteo entre los dos conjuntos, llega el primer gol. La jugada comienza con Piqué que, tras salir con el balón jugado desde la línea defensiva, pasa la pelota a Sergio Busquets, quien abre a la banda izquierda de primeras, donde se sitúa Jordi Alba. Le dobla Deulofeu, que recibe el esférico para poner un gran centro a Cesc Fábregas, y remata el balón al interior de la portería con un gran cabezazo. España 1-0 Cataluña.
Ser convocado por la Selección Española contribuye a la mejora del caché de un deportista y, sobre todo, al aumento de ingresos por los contratos publicitarios que conlleva. Un caramelo demasiado goloso para cualquier jugador elegido por su seleccionador, ya sea catalán, andaluz o vasco.
Sí, algún día será realidad aquello del combinado catalana, pero los integrantes serán aquellos que sus rostros no estén a diario en los anuncios de televisión ni en las vallas publicitarias. En la selección de Cataluña no jugará ningún Guardiola o Puyol de turno, sino los Bassols, Cerveras y Gramunt.
¿Creéis que Busquets, Fábregas, Deulofeu o Jordi Alba renunciarían a jugar con España para comandar la selección catalana y dar de lado a tales jugosos beneficios? La pela es la pela.
Comienza el encuentro entre los cánticos ensordecedores del graderío. Después de unos escasos minutos de tanteo entre los dos conjuntos, llega el primer gol. La jugada comienza con Piqué que, tras salir con el balón jugado desde la línea defensiva, pasa la pelota a Sergio Busquets, quien abre a la banda izquierda de primeras, donde se sitúa Jordi Alba. Le dobla Deulofeu, que recibe el esférico para poner un gran centro a Cesc Fábregas, y remata el balón al interior de la portería con un gran cabezazo. España 1-0 Cataluña.
Ser convocado por la Selección Española contribuye a la mejora del caché de un deportista y, sobre todo, al aumento de ingresos por los contratos publicitarios que conlleva. Un caramelo demasiado goloso para cualquier jugador elegido por su seleccionador, ya sea catalán, andaluz o vasco.
Sí, algún día será realidad aquello del combinado catalana, pero los integrantes serán aquellos que sus rostros no estén a diario en los anuncios de televisión ni en las vallas publicitarias. En la selección de Cataluña no jugará ningún Guardiola o Puyol de turno, sino los Bassols, Cerveras y Gramunt.
¿Creéis que Busquets, Fábregas, Deulofeu o Jordi Alba renunciarían a jugar con España para comandar la selección catalana y dar de lado a tales jugosos beneficios? La pela es la pela.
M. J. MOLINA
