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Historia del Cuadro de la Tormenta que estaba situado en la Iglesia de San Benito

De entre todas las pérdidas irreparables del patrimonio de la ciudad de Porcuna hay una que resume toda esa corriente de la iconoclastia (odio a las imágenes), y que resurge cada cierto tiempo en nuestra historia. Quizás tras el ‘tapado’ de las pinturas murales de Julio Romero de Torres, la destrucción de la escultura de Manuel Pérez Casado en el monumento en mármol a Pablo Iglesias, (situado en la Plaza de Andalucía cerca de la actual fuente), el siguiente documento artístico excepcional y del que no tenemos constancia fotográfica (aún) es el Cuadro de La Tormenta que estuvo en la Iglesia de San Benito hasta 1936.

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El cuadro fue quemado, posiblemente en la calle, como otros enseres litúrgicos cerca de la propia Iglesia. Las últimas pupilas que lo miraron y se pararon a describirlo para la posteridad son las de Eugenio Molina, primer Cronista Oficial de Porcuna en 1922 y al que por estos años el Ayuntamiento le puso nombre a la calle Cementerio.

Eugenio Molina, publica en la revista Don Lope de Sosa de 1922 (p. 181) el artículo: el Santuario de San Benito, el Padre Galera y el Cuadro de la tormenta. Al describir el cuadro Eugenio Molina nos da muchas pistas de su posición: A mano derecha de la nave del fondo. Sus proporciones “…este lienzo mide unos dos metros de ancho por tres y medio de alto”. También nos habla de su estado de conservación: “un hermoso cuadro, algo craquelado por el tiempo”.

Y a continuación nos lo describe: …” en él aparece en primer término el templo de San Benito, azotado por la tormenta; más arriba un caballero de Calatrava asido al manto de la Virgen y esgrimiendo una espada en la diestra, como para librarse del diablo que, al parecer, trata de acometerle; la imagen de la Virgen en el centro y la Santísima Trinidad, rodeada de ángeles, en la parte superior del cuadro, completan la pintura. ..”

Como podemos apreciar es impagable la labor, una vez más, de Eugenio Molina para con su pueblo. La descripción, al ser tan visual, nos hace ‘imaginar’ perfectamente cómo sería el cuadro.

La obra fue encargada en 1788 al pintor de Baena Antonio Monroy. Antonio Monroy fue un gran pintor local, con cuadros importantes en Córdoba y Baena. Su calidad artística, la capacidad para el claroscuro y su ajustado dibujo nos hace pensar que el cuadro de San Benito tendría una calidad media-alta. Fue padre del afamado pintor Antonio María Monroy que trabajó en cuadros de la Mezquita-Catedral de Córdoba y fue un afamado pintor de su tiempo. Estamos pues ante una obra de arte de consideración, perdida para siempre.

Hace dos años, presentamos la propuesta de ‘volver a pintar este cuadro’, dada, como he dicho, la descripción tan completa. Para tal proyecto, se propuso que fuera obra de un gran pintor local actual, que como es obvio, de todos es conocido su nombre. De esta manera, volverían a estar presentes unos hechos históricos y una obra de calidad, de nuevo, para deleite de los sentidos y de los amantes del arte.

El cuadro, además, según Eugenio Molina, tenía: …”En el ángulo inferior izquierdo hay una descripción que copiada a la letra dice así: En la Villa de Porcuna, la noche del cuatro de Septiembre de 1749, una pavorosa tempestad amenazó de muerte a sus habitadores; acudieron estos a la protección de María Santísima de la Soledad y de su Patrono el Sr. S. Benito, quienes con sus ruegos alcanzaron de la divina piedad libertarlos de todo peligro. En la mañana siguiente, se vieron destrozados los tejados de la iglesia de dichos Santos; la piedra que era clave del arco de la campana, desapareció; la cadena de la campana que era de eslabones unidos se encontraron separados, sin estar rotos; las puertas de la Iglesia, arañadas sus tablas con algunos pedazos menos; sus fuertes clavos, arrancados y derechos sus rabitos. Una rama de taray verde, liada en el velo de la Virgen; por los efectos, se imagina causaron los destrozos los enemigos, permitiéndolo así Dios, para testimonio del castigo amenazado.

Agradecidos del beneficio, los hijos de este pueblo, dedican esta memoria a sus Santos Patronos, por mano del Sr. Don Benito de Ojeda, Presbítero Colegl. Tehólogo habitual en el de la Asunción de Córdoba a cuya solicitud ha tenido efecto, siendo Prior Frey Don Francisco Cuenca y Lara, del Hábito de Calatrava.

Año de 1788.

Inventado y pintado por Antonio Monroy, natural y vecino de Baena, Profesor en todas tres Nobles Artes.”


LUIS EMILIO VALLEJO
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