Conocedores del grado de abnegación y sacrificio al que voluntariamente se someten nuestros representantes públicos electos, qué menos que dedicarles algunos humildes y altruistas consejos con los que hacer frente a este quehacer tan desagradecido. ¿Acosado por periodistas que se sale…
En estos tiempos en los que parecía que la especialización cada vez mayor a la que nos conducen los grados universitarios y los máster de todo tipo estaba acabando con el conocimiento multidisciplinar universal, se erige, imponente y salvadora, la figura del tertuliano como luz y guía de …
Hace unos días conocimos, gracias a esta maravillosa época estival en la que es noticia hasta que algún pueblo celebre su particular fin de año en verano, que en la República Checa permitieron a un ciudadano aparecer en la fotografía de su documento de identidad con un colador de pasta en…
Para superar la rutina en la que había caído mi matrimonio tras doce años de convivencia, decidí hacerme pasar por otra persona y convertirme en el amante de mi esposa sin que ella lo supiera. Le procuré a mi impostor una personalidad perfecta basada en los gustos personales de mi mujer y…
Entonces encendí la televisión: un tren había descarrilado en una curva, al parecer, por exceso de velocidad. Mientras escuchaba de fondo al presentador del noticiario mi atención se iba diluyendo de sus palabras y se focalizaba en las imágenes que se estaban mostrando. El cámara se a…
Cuando no encontraba nada interesante en la televisión por las mañanas, solía acercarme a los juzgados donde asistía como público a determinadas sesiones elegidas al azar. Normalmente prefería las salas impares, pero nunca supe muy bien descubrir el motivo. La vista de la número cinco de …
Durante mi infancia fueron frecuentes las charlas que con cualquier escusa mantenía con mi abuelo. Había vivido mucho (murió un mes de octubre con ciento siete años) y siempre me sorprendía su absoluta y distante visión global de todos los asuntos de actualidad: no se sorprendía por nada …
“Por aquel entonces me llamaba Louis de Pointe du Lac y trabajaba en una plantación de Nueva Orleans que poseía mi familia. Eran otros tiempos, los siglos no pasan en vano, aunque una persona como yo, maldita con lo que algunos llaman el don de la inmortalidad -y el de la inmoralidad, aun…